Auri sacra fames!

Después de casi diez días de bombardeo olímpico, viendo como entrevistan a los atletas mexicanos en ele aeropuerto y e reprotero concluye la nota diciendo que vienen dispuestos a reanudar sus entrenamientos para prepararse para los proximos juegos algo mi aarma moral se enciende.
La extensa cobertura de los juegos y las competencias son una buena oportunidad para el regodeo visual... nadie lo reconoce, nadie habla de eso pero el voyeurismo de los comentaristas y del público no se limita a los aspectos puramente deportivos.
Algo queda de los orígenes victorianos de estos Juegos Modernos que hace que la sexualidad y el aspecto puramente estético de los atletas y sus cuerpos todavia nos incomode. Solo algunos comentarios aquí y alla sobre la belleza de la abanderada de Jordania, o sobre la serena belleza de la saltadora de garocha rusa Isinbayeva... pero sobre el agua resbalando en la piel de los nadadores, los musculos de las y los gimnastas... nada... bueno, solo un articulo he leido sobre como los atletas han pasado de flacos a musculosos, pero el aspecto de la belleza y el erotismo son solo mencionados como de paso... velo si quieres "When action figures come out to play" en el New York Times http://www.nytimes.com/2008/08/14/sports/olympics/14bodies.html?_r=1&oref=slogin

Pero no era en eso que pensaba cuando veia la notasobre el regreso de los atletas mexicanos y su promesa de entrenar los siguientes cuatro años, sino en como el hambre de oro a la que alude el titulo tomado de Virgilio nos lleva a empujar a un grupo de jóvenes y niños a desperdiciar su vida en una vida de burros de tahona (o tauna como dicen en Sahuaripa).
Cuatro años corriendo mañana y tarde con pesas a mediodía para lograr los músculos que a televisión y los televidentes adoran.
A couch potato myself o siendo un haragán con bicicleta como soy estoy convencido de que el deporte puede y muchas veces es peligroso para la salud, sobre todo en exceso como todas las cosas buenas y malas...
Y no solo por las lesiones de todos conocidas y aceptadas, que por una extraña y perversa lógica se anotan en la responsabilidad del atleta y se culpabiliza al pobre chamaco o chamaca que además debe idiar con una rodilla o un tobillo destrozado por el resto de su vida.
También me entere hace poco que los atletas de alto rendimiento sufren de agrandamiento del corazón y que sólo hasta hace poco se están haciendo programas de desentrenamiento para permitirles llevar una vida saludable sin los riesgos que implica, ejem, la vida deportiva.
Así que no sólo se trata de ignorar la parte estética del atleta que formaba parte integral del viejo ideal griego sino que en estos tiempos modernos en nombre de una mescolanza de individualismo y nacionalismo hacemos que un montón de jóvenes y jóvenas pierdan los años en los que deberían prepararse para tener una vida productiva y creativa entre el agotamiento autoinducido y la hipertrofia. Y todavía tienen que enfrentarse al reproche de que no se hipertrofiaron lo suficiente como para ser más rápidos o más fuertes o llegar más alto que el hipertrofiado chamaco o chamaca de enseguida...
Dije dopado? no? a bueno... eso me da pie para otro post...
Por lo pronto sigo convencido que el ejercicio de alto rendimiento no produce mejores seres humanos, he tratado de razonar con estudiantes de artes que llegaban a clase después del entrenamiento físico y a veces, no muchas, he llegado al agotamiento físico yo mismo. No se puede razonar cuando toda la sangre está dedicada a los músculos...
Es simple bioquímica, sin sangre, sin oxígeno, sin glucosa el cerebro no funciona. ¿a qué hora sy con que energía podrían leer esos muchachos y muchachas? ¿cuántos de los 85 deportistas de la delegación mexicana aguantaría sin dormirse una película del nuevo cine mexicano?
Y no es que los griegos enviaran sus filósofos a Olimpia o a Nemea, pero por lo menos estaban más conscientes, lo cual era muy griego, de lo que estaban haciéndoles a sus atletas...
Será que la vida humana se ha abaratado tanto con la sobreproducción en la que vivimos que ya somos todos desechables como boxeadores, sicarios o chiquinarcos?